Si existe un momento decisivo en la carrera de cualquier profesional, es sin duda una entrevista de trabajo.
Enfrentarse al miedo y superar las dudas puede parecer una tarea titánica cuando se desconoce el contenido de la entrevista. No obstante, está demostrado que todas las entrevistas laborales presentan en mayor o menor medida las mismas preguntas.
Preguntas para romper el hielo
Lo más habitual sería que centraras toda tu preparación para la entrevista en aquellas preguntas de peso, como tu experiencia profesional o las habilidades que pueden hacerte brillar en ese puesto.
Sin embargo un estudio reciente ha arrojado luz sobre la importancia de la conversación de cortesía al inicio de una entrevista: desarrollar una afinidad con el entrevistador en esa charla trivial puede otorgarte una ventaja esencial frente al resto de candidatos.
- ¿Has encontrado fácilmente la oficina? ¿Conoces esta zona?
Pregunta rompehielos por excelencia, también puede ser reformulada como “¿qué tal el viaje hasta aquí?” en su vertiente más informal.
Se trata de una toma de contacto inicial en el que el entrevistador se llevará una primera impresión sobre tu manera de expresarte y tu personalidad. Recuerda que, aunque se trate de una pregunta introductoria, forma parte de la entrevista y deberás responder siempre con la mayor profesionalidad.
- ¿Conocías la empresa? ¿Has sido cliente nuestro?
Si has seguido nuestra serie sobre cómo preparar una entrevista sabrás que es esencial que investigues a la empresa. Es el momento de o bien explicar tus experiencias como cliente o, si no has tenido la oportunidad de serlo, comentar lo que más te llame la atención de lo que hayas averiguado.
- ¿Cómo supiste de esta vacante? ¿Conoces a alguien que trabaje aquí?
Una pregunta de transición que da pie a entrar en un terreno más profesional. Es también una manera de medir tu interés por la oferta: ¿has contactado a alguien de la empresa para manifestar tu interés?
En el caso de que la vacante te haya sido comunicada por un trabajador de la compañía, no dejes pasar la oportunidad de mencionarlo. Por lo general las empresas ven con muy buenos ojos a aquellos candidatos de cuya profesionalidad pueda responder alguno de sus empleados.
Las preguntas imprescindibles
El núcleo duro de cualquier entrevista de trabajo, estas 15 preguntas clásicas son esenciales para poner de manifiesto que eres el candidato perfecto para el puesto.
Si cuentas con poco tiempo para preparar la entrevista, no dudes en centrar toda tu atención en estas 15 preguntas imprescindibles.
- Cuentame algo sobre ti.
Sin duda una pregunta abierta, dará también buena medida de lo mucho o poco que te has preparado la entrevista.
Lo que el reclutador desea averiguar es si encajarás en el equipo. Tu currículum le ha enseñado que cuentas con las habilidades y la trayectoria, pero ¿qué hay de tu personalidad? ¿Qué te convierte en una elección mejor que el resto de candidatos con tu misma experiencia?
Existen varias maneras de estructurar tu respuesta para despertar el mayor interés:
- Empieza con tu puesto actual, tus años de experiencia y hacia dónde desearías orientar tu carrera
- Construye una historia. Explica cómo encontraste tu amor por la profesión y cómo te formaste hasta conseguir tu excepcional experiencia. Recuerda mantener tu historia en el terreno estrictamente profesional
- Inicia tu discurso hablando sobre tus habilidades y explica cómo te han ayudado a prosperar en tu carrera
- ¿Por qué crees que eres la persona adecuada para el puesto?
Éste será el concepto principal sobre el que pivotará el resto de la entrevista. Averigua cuál es tu ventaja competitiva para el puesto y explícala de una manera clara y atractiva.
Para ello puedes tomar la descripción del puesto y cruzar la información con la presentada en tu currículum. Hallarás tus puntos fuertes y te será mucho más fácil contextualizarlos para la empresa.
- ¿Cuáles son tus puntos fuertes?
Es un error común contestar a esta pregunta con una lista interminable de adjetivos: trabajador, entusiasta, responsable…
Sin embargo es mucho más efectivo dar respuesta con hechos concretos: “soy muy responsable, cuando lideré un equipo de 15 personas conseguí…”.
- ¿Cuáles son tus puntos débiles?
La cara B de la pregunta anterior, el entrevistador puede sentirse muy frustrado si contestas con el manido cliché sobre el perfeccionismo o la excesiva dedicación al trabajo.
Encuentra aquel punto flaco que sea sincero pero no demasiado dañino y explícalo de la manera más positiva posible. Hará que te veas como un candidato realmente seguro de sí mismo.
- ¿Dónde te ves en los próximos 5 años?
La pregunta real es ¿cómo de pronto necesitarás un nuevo reto? ¿Te quedarás con nosotros el tiempo necesario para que la inversión en tu formación nos resulte rentable o te irás a otra empresa en cuanto tengas la oportunidad?
Una respuesta segura sería redirigir el interés hacia la empresa. “En 5 años espero poder estar trabajando en Compañía S.A. y contribuyendo a su crecimiento. Estoy muy interesado en su plan de expansión en los próximos años y considero que mi contribución puede ser muy positiva”.
- ¿Por qué deseas este puesto?
A pesar de que pueda dar la impresión de que la pregunta va sobre ti, en realidad solo tiene que ver con ellos. Es el momento de revelarle entrevistador todo lo que sabes sobre la compañía y el puesto. Demuestra que estás profundamente alineado con los productos, servicios, cultura corporativa y misión de la empresa.
- ¿Cuál ha sido tu mayor logro profesional?
Si hay una pregunta en la que deberías actuar con confianza y seguridad en ti mismo, es ésta. No seas demasiado modesto en tu respuesta, el entrevistador estará esperando que le expliques con el mayor de los entusiasmos aquel caso de éxito que espera puedas replicar en su empresa.
Construye una historia que logre despertar su interés desde el principio. Puedes incluso inspirarte en “el viaje del héroe”, una estructura clásica de storytelling que te ayudará a ordenar los contenidos y a presentarlos de la manera más atractiva.
- ¿Qué es lo que menos te gustaba de tu anterior empleo?
Se trata de una pregunta que, a pesar de que pueda parecer que invita a ahondar en la negatividad, se ha de abordar de manera positiva. Asegúrate de que tu respuesta muestra determinación y una holgada ética profesional. Y sobre todo no incurras en un discurso lleno de faltas sobre tu anterior empresa.
- ¿Qué es lo que más te gustaba de tu anterior empleo?
Por el contrario, un discurso demasiado entusiasta sobre tu puesto actual puede hacer que se planteen cuál es tu necesidad real para desear cambiar.
No dejes lugar para la improvisación en esta pregunta. Durante la preparación de la entrevista identifica aquellos puntos positivos de tu anterior empleo que crees que puedan repetirse en la vacante y cíñete a ellos.
- ¿Prefieres trabajar solo o en equipo?
Desde luego el entrevistador esperará escuchar que eres capaz de trabajar en equipo. Pero no estaría de más añadir que también trabajas bien en solitario puesto que eres una persona autónoma y con recursos propios. Añade algún ejemplo de cuando obtuviste un gran éxito trabajando codo con codo junto a tus compañeros.
- ¿Qué diría de ti un compañero/jefe si le preguntáramos?
Una pregunta muy popular entre reclutadores, ya que es capaz de desestabilizar hasta al entrevistado más confiado.
Al igual que en la cuestión sobre tus puntos fuertes, es recomendable evitar dar una larga lista de adjetivos favorables y, en su lugar, ofrecer algún ejemplo de reconocimiento que hayas recibido. Puedes valerte incluso de los testimonios citados en las cartas de recomendación o redes sociales profesionales.
- ¿Cómo lidias con el estrés?
Cualquier entrevistador sabe que no hay absolutamente ningún empleado inmune al estrés. Es humano y en ocasiones necesario para progresar, por lo que no intentes vender la idea de que el estrés no te afecta.
Nombra algunas técnicas que hayas utilizado anteriormente para superarlo y conseguir unos resultados sobresalientes: priorizar tareas, delegar, limitar el tiempo de cada tarea…
- ¿Cómo te enfrentas al fracaso?
“Me doy un tiempo para intentar evaluar de dónde ha venido ese fracaso y entender cómo evitarlo en el futuro. Y me dedico a trabajar más duro, si cabe. Jamás me detengo en un fracaso más tiempo del estrictamente necesario para aprender de él. Prefiero invertir mis energías en seguir cosechando éxitos”.
- ¿Cómo te enfrentas al éxito?
Curiosamente la respuesta perfecta es realmente parecida a la anterior: “Me doy una palmada rápida en el hombro y continúo trabajando duro en el proyecto. Por supuesto analizo qué me ha llevado a conseguir ese éxito y cómo puedo repetirlo, pero prefiero pasar rápido a seguir trabajando para cosechar nuevos triunfos”.
- ¿Cuál es tu salario deseado?
Sugerir una cantidad demasiado baja puede hacer que te sientas realmente desmotivado en el puesto. Una cantidad demasiado alta, en cambio, puede cortar de raíz tus probabilidades de ser el elegido.
A no ser que tengas muy claro tu salario deseado, y que éste sea innegociable, la opción segura es devolverle la pregunta al entrevistador. Puedes preguntar cuál es el rango salarial que están barajando para el puesto. Y, una vez obtengas esa información, explicar que debido a tu formación y experiencia consideras que deberías estar en la parte superior de esa horquilla.
Preguntas sobre tus objetivos profesionales
- ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?
O, lo que es lo mismo, ¿qué sabes de nuestra empresa? Una pregunta que le servirá al reclutador para descartar a aquel candidato que se haya limitado a realizar una investigación superficial de la empresa. No dudes en ir más allá de la página “sobre nosotros” de su web, una indagación a conciencia puede otorgarte una ventaja significativa.
Recuerda también que jamás deberás centrar tus respuestas en lo que la empresa puede hacer por ti sino en lo que tú puedes hacer por la empresa.
- ¿Qué es lo que te motiva?
Los candidatos que se sienten motivados únicamente por un salario o un reconocimiento raramente serán los empleados más entusiastas o productivos de un equipo.
Los reclutadores lo saben y lo que están esperando escuchar es una respuesta que esté intrínsecamente alineada con las peculiaridades del puesto. Decir lo que más que te motiva de un empleo es la creatividad cuando estás solicitando un puesto de gestión de datos puede comportar un descarte inmediato.
- ¿Por qué estuviste tanto tiempo en el mismo puesto o empresa?
A pesar de que el entrevistador valorará muy positivamente tu estabilidad y apuesta por una empresa en concreto, no debes dar la impresión de haberte quedado estancado. Si es tu caso, comenta que tuviste la oportunidad de asumir nuevos proyectos y responsabilidades y que el puesto evolucionó –principalmente gracias a ti- durante todos esos años.
- ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
No será ésta la oportunidad de citar todos los aspectos negativos de tu puesto actual. Recuerda que lo que desean no es saber más sobre ti sino sobre qué puedes hacer por ellos.
Enumera dos o tres razones para abandonar tu puesto actual centrándote en aspectos como la limitación para crecer o la falta de retos. Y acto seguido reafírmate en que el nuevo puesto podría satisfacer ambas necesidades.
- ¿Cómo encaja este puesto en tu carrera?
En otras palabras, el entrevistador desea saber si la inversión que van a hacer en tu formación les saldrá rentable a largo plazo. No existe nada más costoso para una empresa que un empleado que abandona su puesto tras unos meses. Reivindica tu compromiso con el puesto siempre que tengas oportunidad.
- ¿Por qué has cambiado de empleo con tanta frecuencia?
No existe hoy en día el estigma que hace unos años sufrían los profesionales que saltaban de un puesto a otro. Sin embargo, sigue resultando esencial explicar cada movimiento de una manera con la que en el entrevistador pueda simpatizar. Contratos de corta duración, traslados, progresos en la carrera y cambios estructurales de la compañía son algunas de las explicaciones más excusables.
- ¿Cuál es el trabajo de tus sueños?
“¡Éste, sin duda!”, puedes sentirte tentado a contestar. Pero existirían muchas posibilidades de que no te creyeran. De igual modo sería perjudicial que citaras una profesión que no tuviera absolutamente nada que ver con el puesto que estás solicitando.
Es recomendable que ofrezcas una descripción de tus aspiraciones personales (“un puesto que me presente retos estimulantes y en el que pueda lograr un impacto positivo con mis habilidades”, etc.) en lugar de un título profesional concreto.
- ¿Tienes experiencia liderando departamentos? ¿Cómo motivarías a tu equipo?
Si te encuentras en un proceso de selección para un puesto que implique cierto liderazgo, es muy posible que se formule esta pregunta. Una posible respuesta: “Reconocería y potenciaría al máximo las habilidades individuales de cada miembro de mi equipo. Mantendría siempre una línea de comunicación abierta. Y compartiría tanto los éxitos como los fracasos”.
- ¿Estás en otros procesos de selección?
Quizás no se trate de una de las preguntas más comunes, pero sí es una oportunidad inmejorable de demostrar que eres un profesional demandado. Los entrevistadores no dejan de ser susceptibles a la validación social, por lo que si intuyen que estás considerando otras empresas irremediablemente te adjudicarán un valor añadido.
- ¿Qué habilidades especiales aportas al puesto que los demás candidatos no poseen?
¿Has cruzado los datos de la descripción de la vacante con tu currículum hasta encontrar tu auténtica ventaja competitiva tal y como sugeríamos al principio? Esta es la ocasión de explicarla sin escatimar en detalles.
- ¿Qué te gustaría lograr que no pudiste lograr en tu último puesto?
De igual modo que en la pregunta sobre tus motivos para desear cambiar de trabajo, deberás mostrarte respetuoso con tu empleo actual. Resume brevemente alguna carencia de tu puesto sin caer en la negatividad y dirige rápidamente la atención hacia lo ilusionante del nuevo proyecto ante el que te presentas.
- ¿Estarías dispuesto a trabajar horas extra?
El simple hecho de que aparezca esta pregunta significa indudablemente que es un requisito indispensable para el puesto. Has de ser sincero contigo mismo y decidir si estás dispuesto a dedicar más tiempo de lo estipulado o si, por el contrario, te niegas categóricamente.
- ¿Estarías dispuesto a viajar con frecuencia o a cambiar de domicilio?
De nuevo, responde con la mayor sinceridad. Mentir en un apartado tan relevante lo único que comportará será que ambas partes estéis descontentas cuando la situación surja.
- ¿Cuándo podrías incorporarte a la empresa?
En el caso de que trabajes deberás sin duda indicar que necesitas los 15 días de rigor. Puedes añadir también que necesitas ese plazo para dejar varios proyectos cerrados y hacer la transición lo más fluida posible para tu actual empresa. Estarás dando una imagen de profesionalidad y consideración que será muy bien recibida.
Preguntas sobre personalidad
Si bien es cierto que en una entrevista laboral no existe una respuesta válida única, con las preguntas sobre personalidad el entrevistador estará esperando obtener unas contestaciones determinadas. Éstas son algunas de ellas.
- ¿Asumes riesgos o eres una persona cauta?
“Asumo riesgos pero siempre procedo con cautela, así que imagino que debo estar en algún lugar intermedio. Me gusta sopesar cuáles son mis probabilidades de éxito antes de asumir un riesgo. También tiendo a analizar qué puedo ganar y qué puedo perder. Puedo decir que soy un profesional audaz pero a la vez precavido.”
- ¿Cómo manejas la presión?
“Respiro hondo y averiguo qué hay que hacer. Y simplemente lo hago. He descubierto que mis mejores proyectos se han ideado bajo presión”
- ¿Qué es lo que más te molesta de tus compañeros de trabajo?
“El exceso de negatividad siempre me ha preocupado. Creo que la energía que empleas en quejarte se puede invertir en algo mucho más provechoso para todos como arreglar aquello que no funciona.”
- ¿Cómo reaccionas al cambio?
“El cambio me parece esencial para progresar. Estamos en una industria que cambia a un ritmo trepidante, no podemos quedarnos atrás. Por ejemplo, cuando trabajaba para Empresa S.A. me di cuenta de que el software que utilizaban para confeccionar la newsletter estaba anticuado y era bastante rígido. Hablé con la directora del departamento y conseguí que aceptara mover todo el proceso a un gestor online, que es más barato, más dinámico y ofrece unas métricas mucho más detalladas. Fue un cambio muy positivo.”
- ¿Cómo tomas decisiones?
“Me tomo un tiempo para evaluar la situación antes de decidir qué debo hacer. También intento aprender de los demás. Si sé de alguien que tiene experiencia con una situación similar, no dudaré en pedir consejo.”
- ¿Qué le debes a tu jefe y qué te debe tu jefe a ti?
“Le debo a mi jefe trabajo duro, respeto y superación, ante todo. Y mi jefe me debe a mí respeto, reconocer mi duro trabajo y potenciar mis habilidades.”
- ¿Has estado en una situación en la que la mayoría estaba en desacuerdo contigo?
“En una ocasión sucedió algo parecido. Lo que hice fue en primer lugar escuchar los motivos por los que la mayoría de mis compañeros se sentían así. Después evalué si era necesario reconsiderar mi posición. Como aún después de escuchar sus argumentos seguía pensando que la opción que proponía era la mejor para la empresa, intenté persuadirles. Al final muchos de ellos lograron ver las cosas como yo lo hacía y decidimos una solución intermedia”.
- ¿Consideras que has tenido éxito en tu carrera?
“Considero que he tenido éxito en mi carrera porque siempre he trabajado muy duro y siempre he sido muy receptivo a cualquier reto que se me presentara. Soy muy entusiasta y eso me ha permitido trabajar en proyectos realmente interesantes. Para mí el éxito es eso.”
- ¿Qué te motiva para ir más allá del deber?
“No considero que exista una línea que separe lo que va más allá de mi deber. Cuando trabajo en un proyecto doy siempre lo mejor de mí, siempre.”
- ¿Qué harías si estuvieras en desacuerdo con tu jefe?
“Si creo que mis ideas pueden impactar de manera positiva al departamento compartiría mis impresiones con él o ella, siempre desde el respeto. En el pasado mis sugerencias han sido muy bien recibidas y se han implementado con éxito”.
- ¿Y si tu jefe te pide hacer algo que no corresponde a tu puesto?
“Dependería de qué me pidiera hacer. No espero que me mande a hacer algo que no sea ético. Pero si lo que se me pide tiene el objetivo de hacer crecer un proyecto, no tendría ningún problema. Como Marketing Specialist en mi anterior empleo en una editorial acabé diseñando las portadas de los libros. Así que no me supone un gran problema superar los límites de mi título.”
- ¿Cómo te llevabas con tu último jefe?
“Teníamos –y tenemos- una relación realmente buena. Había respeto mutuo y muchas ganas de sacar proyectos adelante. Él trabajaba desde Londres, además, por lo que confiaba en mí para liderar el departamento in situ.”
- ¿Has tenido alguna vez un jefe que no te gustase?
“He trabajado con jefes que me han gustado más que otros, pero siempre he intentado mantener una actitud profesional y llevarme bien con todos mis compañeros”.
- Describe al compañero ideal.
“El compañero de trabajo ideal es aquel que respeta a los que le rodean y trabaja codo con codo junto a ellos. El que sabe ofrecer una crítica constructiva y aceptarla también. Que colabora por el bien común y no trata de competir con sus compañeros de trabajo.”
- Describe al jefe ideal.
“Considero que el jefe ideal es aquel que conoce las habilidades específicas de cada uno y las potencia al máximo. El que reta siempre a hacer un trabajo mejor y no duda en reconocer los logros de los demás. He tenido la suerte de trabajar para varias personas así y ha sido muy gratificante.”
- ¿Cómo manejas las críticas hacia tu trabajo?
“No solo no las temo sino que las busco. Creo que el criticismo puede ser una herramienta muy valiosa. Te fuerza a evaluar tu trabajo y averiguar dónde puedes mejorar.”
- ¿Te consideras una persona con iniciativa?
“Sin duda. No puedo evitar detectar procesos ineficientes en todos los proyectos en los que colaboro. Siempre sugiero mejoras y puedo decir que han sido un éxito. Por ejemplo, en el restaurante en el que actualmente trabajo detecté que todos los días tirábamos muchos alimentos a la basura porque el inventario era manual y muy poco ágil. Implementé un sistema online de inventario y redujimos los desechos en un 40%”.
Preguntas en las que deberás aportar ejemplos
- Dame un ejemplo de una gran decisión que tuviste que tomar.
El entrevistador querrá asegurarse de que tu proceso de toma de decisiones es compatible con la manera de trabajar de su empresa. Ofrece siempre un ejemplo adaptado a las peculiaridades del puesto. Si el puesto consiste en liderar un equipo explica una historia sobre cómo lograste motivar y aumentar la productividad de tu equipo. Si, por el contrario, se trata de un empleo de manejo de datos menciona una situación en la que emplaste la lógica y la compartimentación de funciones.
- Explica un fracaso que hayas vivido en tu trabajo.
Con esta simple pregunta son varios temas complejos los que estarán abordando:
- ¿Eres capaz de tomar riesgos?
- ¿Te paraliza el fracaso?
- ¿Has logrado aprender de tus fracasos?
No temas en detallar aquel proyecto por el que apostaste y que sin embargo no funcionó. El fracaso es humano y tu capacidad para darle la vuelta, aprender de él y utilizarlo para superarte puede arrojar una luz muy favorable sobre tu candidatura.
- Cuéntame una vez en la que un cliente haya estado muy descontento y qué hiciste para solucionarlo
El entrevistador no será ajeno a la existencia de aquellos clientes particularmente difíciles. Lo recomendable en este caso será dejar de culpar al cliente y poner el énfasis en tu habilidad para manejar un conflicto de manera profesional.
- Explícame un gran cambio con el que hayas tenido que lidiar.
Un empleado que abraza el cambio es uno de los activos más importantes para el progreso de una compañía. Demuestra que no solo no lo ves como un obstáculo sino que, además, lo percibes como algo tan inevitable como necesario.
- ¿Puedes darme un ejemplo de una vez en la que fuiste persuasivo?
Ésta es una pregunta sobre liderazgo. Y, tal y como hacen los mejores líderes, deberás demostrar que diriges con poder y no simplemente con autoridad.
- Describe aquella vez en la que superaste un obstáculo de manera creativa.
La palabra clave es sin duda “creativa”. Lo que querrá saber el entrevistador es si eres capaz de pensar con originalidad. Ofrece un ejemplo de cómo fuiste capaz de ofrecer una solución totalmente inesperada (e igualmente exitosa).
- Dame un ejemplo de una vez en la que convenciste a los demás para apoyar una de tus ideas menos populares.
Nadie tiene un particular interés por contratar a un líder solitario. Tal y como explicábamos antes, tu liderazgo deberá estar reafirmado siempre en tu capacidad para conseguir el apoyo de tus compañeros. Demuestra que el consenso y la persuasión forman parte de tu día a día profesional.
- ¿Alguna vez has estado en desacuerdo con tu jefe? Dame un ejemplo.
Argumentar que nunca has tenido un desencuentro con un superior es tan negativo para tus aspiraciones como explicar que lo solucionaste dando un portazo. Sé honesto, pero sobre todo céntrate en tu habilidad de debatir de una manera madura y productiva por el bien de la empresa.
- ¿Puedes darme ejemplos de alguna iniciativa que tomaste para reducir costes?
Nada ilustra mejor un ejemplo que una cifra. Prepárate bien los números antes de presentarte a una entrevista y menciónalos siempre que puedas.
- Describe aquella vez en la que ayudaste a un miembro de tu equipo que tenía problemas.
No te quedes simplemente en la anécdota de cuando fuiste empático y un auténtico compañero. Ve más allá y detalla al máximo cómo ese gesto ayudó a la empresa en un plano más generalizado.
- Dame un ejemplo de una vez en la que tuviste que improvisar.
“Espera lo inesperado”, parece estar diciéndote el entrevistador. A pesar de que esta pregunta puede parecer que apela a la espontaneidad, no es en absoluto un ejercicio de improvisación. Prepárate bien la historia de cómo conseguiste enfrentarte al caos, manejar lo impensable y superar el miedo al fracaso.
Preguntas trampa
- ¿Crees que estás sobrecalificado para el puesto?
La pregunta trampa por excelencia, no es de extrañar que coja a muchos candidatos desprevenidos. Una respuesta correcta sería: “Tanto mi formación como mi experiencia garantizan que voy a ser capaz de hacer el trabajo con éxito, en mi opinión es algo muy positivo. Estoy interesado en apostar a largo plazo por el puesto y sin duda quiero contribuir a que la empresa crezca. Es algo para lo que mi trayectoria me ha preparado.”
- ¿Qué cambiarías si dirigieras la compañía?
Sin duda con el mayor de los respetos, pero no dudes en aportar algunas ideas de mejora de una manera constructiva. A los entrevistadores les gustan los candidatos que muestran iniciativa y que, además, han hecho los deberes a la hora de investigar a la empresa.
- Utilizamos el programa X. ¿Estás familiarizado con él?
“Utilizo un programa muy similar. Tengo también amigos en la profesión que lo dominan y estoy seguro de que podrán enseñarme su funcionamiento antes de incorporarme al puesto. Tengo mucha facilidad para aprender software nuevo y estoy en varias plataformas online de aprendizaje, así que no sería un problema.”
- ¿Alguna vez has sido despedido?
Steve Jobs, Walt Disney, Elvis Presley y Oprah son solo algunas de las personalidades más exitosas que en algún momento de su vida han sido despedidas. O, lo que es lo mismo, les pasa hasta a los mejores. Habla con honestidad sobre la experiencia y sobre todo céntrate en cómo te ha ayudado a ser un mejor profesional.
- ¿Puedes proveer referencias?
Hay motivos para el optimismo cuando esta pregunta aparece en escena. No dudes en aportar referencias de aquellos antiguos supervisores que puedan validar tus puntos fuertes y excelentes contribuciones profesionales. Si el entrevistador pide contactar con tu empresa actual, no obstante, es tu derecho demandar que procedan con discreción.
Preguntas prohibidas
Desafortunadamente todavía existen algunas entrevistas laborales en las que se cruza la línea de lo moralmente aceptable. A continuación las encontrarás clasificadas según su grado de adecuación.
Se trata de una recopilación de preguntas que deberían hacer sonar todas tus señales de alarma e invitarte a considerar si en realidad quieres trabajar para esa empresa.
- Preguntas cuestionables
- ¿Dónde naciste?
- ¿Cuál es tu estado civil?
- ¿Tienes hijos?
- ¿Tienes una casa en propiedad?
- ¿Perteneces a algún club o sociedad?
- ¿Alguna vez has tenido que coger una baja laboral?
- Preguntas inapropiadas
- ¿Qué harías si un superior quisiera pasar tiempo contigo fuera de la oficina?
- ¿Tendrías una relación sentimental con un compañero de trabajo?
- ¿Se ponen enfermos tus hijos con frecuencia?
- ¿Alguna vez te has declarado en bancarrota?
- ¿Cuánto pesas?
- Preguntas ilegales
- ¿Perteneces a algún sindicato?
- ¿Te gustaría formar una familia algún día?
- ¿Cuál es tu orientación sexual?
- ¿Qué nacionalidad tienes?
- ¿Eres de raza…?
- ¿Qué edad tienes?
- ¿Qué año te licenciaste?
- ¿Profesas alguna religión?
- ¿Qué afiliación política tienes?
- ¿Cuál es tu estado de salud?
- ¿Tienes alguna discapacidad?
Preguntas para el entrevistador
No debes olvidar que una entrevista de trabajo es un proceso bidireccional. Las siguientes preguntas te ayudarán a decidir si es la oportunidad que estabas esperando.
- ¿Cuál es el mayor reto al que deberé enfrentarme en este puesto?
- ¿Cómo sería un día cualquiera desarrollando este puesto?
- (En el caso de ser un puesto de nueva creación) ¿Por qué se ha creado este puesto? (Si alguien ha abandonado el empleo) ¿Por qué motivo abandonó la persona el cargo?
- ¿Cuáles son los principales retos de este puesto?
- ¿Cómo es el ambiente en el departamento?
- ¿Quién sería mi supervisor directo?
- ¿Qué resultados esperáis que obtenga en los primeros 6 meses?
- ¿Existen posibilidades de crecer profesionalmente en la empresa?
- ¿Qué tipo de formación recibiría?
- ¿Cuál es el nivel de responsabilidad en el puesto?
- ¿Qué planes tiene la empresa para los próximos 5 años? ¿Cómo encaja el departamento en ellos?
- ¿Se suelen trabajar horas extra o queda como algo puntual?
- ¿Qué es lo mejor de trabajar para esta empresa?
Como ya habrás podido deducir de nuestra serie sobre las entrevistas de trabajo, no existe un único camino hacia el éxito. Puede que incluso el entrevistador te sorprenda con un compendio de preguntas raras. Y que tu respuesta a esas preguntas sea lo que te consiga el puesto.
Tu auténtico cometido será vencer a los nervios, trabajar duro en el proceso, conocerte bien como profesional y presentarte con el mayor de los entusiasmos. Mucha suerte.
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Si existe un momento decisivo en la carrera de cualquier profesional, es sin duda una entrevista de trabajo.
Enfrentarse al miedo y superar las dudas puede parecer una tarea titánica cuando se desconoce el contenido de la entrevista. No obstante, está demostrado que todas las entrevistas laborales presentan en mayor o menor medida las mismas preguntas.
Preguntas para romper el hielo
Lo más habitual sería que centraras toda tu preparación para la entrevista en aquellas preguntas de peso, como tu experiencia profesional o las habilidades que pueden hacerte brillar en ese puesto.
Sin embargo un estudio reciente ha arrojado luz sobre la importancia de la conversación de cortesía al inicio de una entrevista: desarrollar una afinidad con el entrevistador en esa charla trivial puede otorgarte una ventaja esencial frente al resto de candidatos.
- ¿Has encontrado fácilmente la oficina? ¿Conoces esta zona?
Pregunta rompehielos por excelencia, también puede ser reformulada como “¿qué tal el viaje hasta aquí?” en su vertiente más informal.
Se trata de una toma de contacto inicial en el que el entrevistador se llevará una primera impresión sobre tu manera de expresarte y tu personalidad. Recuerda que, aunque se trate de una pregunta introductoria, forma parte de la entrevista y deberás responder siempre con la mayor profesionalidad.
- ¿Conocías la empresa? ¿Has sido cliente nuestro?
Si has seguido nuestra serie sobre cómo preparar una entrevista sabrás que es esencial que investigues a la empresa. Es el momento de o bien explicar tus experiencias como cliente o, si no has tenido la oportunidad de serlo, comentar lo que más te llame la atención de lo que hayas averiguado.
- ¿Cómo supiste de esta vacante? ¿Conoces a alguien que trabaje aquí?
Una pregunta de transición que da pie a entrar en un terreno más profesional. Es también una manera de medir tu interés por la oferta: ¿has contactado a alguien de la empresa para manifestar tu interés?
En el caso de que la vacante te haya sido comunicada por un trabajador de la compañía, no dejes pasar la oportunidad de mencionarlo. Por lo general las empresas ven con muy buenos ojos a aquellos candidatos de cuya profesionalidad pueda responder alguno de sus empleados.
Las preguntas imprescindibles
El núcleo duro de cualquier entrevista de trabajo, estas 15 preguntas clásicas son esenciales para poner de manifiesto que eres el candidato perfecto para el puesto.
Si cuentas con poco tiempo para preparar la entrevista, no dudes en centrar toda tu atención en estas 15 preguntas imprescindibles.
- Cuentame algo sobre ti.
Sin duda una pregunta abierta, dará también buena medida de lo mucho o poco que te has preparado la entrevista.
Lo que el reclutador desea averiguar es si encajarás en el equipo. Tu currículum le ha enseñado que cuentas con las habilidades y la trayectoria, pero ¿qué hay de tu personalidad? ¿Qué te convierte en una elección mejor que el resto de candidatos con tu misma experiencia?
Existen varias maneras de estructurar tu respuesta para despertar el mayor interés:
- Empieza con tu puesto actual, tus años de experiencia y hacia dónde desearías orientar tu carrera
- Construye una historia. Explica cómo encontraste tu amor por la profesión y cómo te formaste hasta conseguir tu excepcional experiencia. Recuerda mantener tu historia en el terreno estrictamente profesional
- Inicia tu discurso hablando sobre tus habilidades y explica cómo te han ayudado a prosperar en tu carrera
- ¿Por qué crees que eres la persona adecuada para el puesto?
Éste será el concepto principal sobre el que pivotará el resto de la entrevista. Averigua cuál es tu ventaja competitiva para el puesto y explícala de una manera clara y atractiva.
Para ello puedes tomar la descripción del puesto y cruzar la información con la presentada en tu currículum. Hallarás tus puntos fuertes y te será mucho más fácil contextualizarlos para la empresa.
- ¿Cuáles son tus puntos fuertes?
Es un error común contestar a esta pregunta con una lista interminable de adjetivos: trabajador, entusiasta, responsable…
Sin embargo es mucho más efectivo dar respuesta con hechos concretos: “soy muy responsable, cuando lideré un equipo de 15 personas conseguí…”.
- ¿Cuáles son tus puntos débiles?
La cara B de la pregunta anterior, el entrevistador puede sentirse muy frustrado si contestas con el manido cliché sobre el perfeccionismo o la excesiva dedicación al trabajo.
Encuentra aquel punto flaco que sea sincero pero no demasiado dañino y explícalo de la manera más positiva posible. Hará que te veas como un candidato realmente seguro de sí mismo.
- ¿Dónde te ves en los próximos 5 años?
La pregunta real es ¿cómo de pronto necesitarás un nuevo reto? ¿Te quedarás con nosotros el tiempo necesario para que la inversión en tu formación nos resulte rentable o te irás a otra empresa en cuanto tengas la oportunidad?
Una respuesta segura sería redirigir el interés hacia la empresa. “En 5 años espero poder estar trabajando en Compañía S.A. y contribuyendo a su crecimiento. Estoy muy interesado en su plan de expansión en los próximos años y considero que mi contribución puede ser muy positiva”.
- ¿Por qué deseas este puesto?
A pesar de que pueda dar la impresión de que la pregunta va sobre ti, en realidad solo tiene que ver con ellos. Es el momento de revelarle entrevistador todo lo que sabes sobre la compañía y el puesto. Demuestra que estás profundamente alineado con los productos, servicios, cultura corporativa y misión de la empresa.
- ¿Cuál ha sido tu mayor logro profesional?
Si hay una pregunta en la que deberías actuar con confianza y seguridad en ti mismo, es ésta. No seas demasiado modesto en tu respuesta, el entrevistador estará esperando que le expliques con el mayor de los entusiasmos aquel caso de éxito que espera puedas replicar en su empresa.
Construye una historia que logre despertar su interés desde el principio. Puedes incluso inspirarte en “el viaje del héroe”, una estructura clásica de storytelling que te ayudará a ordenar los contenidos y a presentarlos de la manera más atractiva.
- ¿Qué es lo que menos te gustaba de tu anterior empleo?
Se trata de una pregunta que, a pesar de que pueda parecer que invita a ahondar en la negatividad, se ha de abordar de manera positiva. Asegúrate de que tu respuesta muestra determinación y una holgada ética profesional. Y sobre todo no incurras en un discurso lleno de faltas sobre tu anterior empresa.
- ¿Qué es lo que más te gustaba de tu anterior empleo?
Por el contrario, un discurso demasiado entusiasta sobre tu puesto actual puede hacer que se planteen cuál es tu necesidad real para desear cambiar.
No dejes lugar para la improvisación en esta pregunta. Durante la preparación de la entrevista identifica aquellos puntos positivos de tu anterior empleo que crees que puedan repetirse en la vacante y cíñete a ellos.
- ¿Prefieres trabajar solo o en equipo?
Desde luego el entrevistador esperará escuchar que eres capaz de trabajar en equipo. Pero no estaría de más añadir que también trabajas bien en solitario puesto que eres una persona autónoma y con recursos propios. Añade algún ejemplo de cuando obtuviste un gran éxito trabajando codo con codo junto a tus compañeros.
- ¿Qué diría de ti un compañero/jefe si le preguntáramos?
Una pregunta muy popular entre reclutadores, ya que es capaz de desestabilizar hasta al entrevistado más confiado.
Al igual que en la cuestión sobre tus puntos fuertes, es recomendable evitar dar una larga lista de adjetivos favorables y, en su lugar, ofrecer algún ejemplo de reconocimiento que hayas recibido. Puedes valerte incluso de los testimonios citados en las cartas de recomendación o redes sociales profesionales.
- ¿Cómo lidias con el estrés?
Cualquier entrevistador sabe que no hay absolutamente ningún empleado inmune al estrés. Es humano y en ocasiones necesario para progresar, por lo que no intentes vender la idea de que el estrés no te afecta.
Nombra algunas técnicas que hayas utilizado anteriormente para superarlo y conseguir unos resultados sobresalientes: priorizar tareas, delegar, limitar el tiempo de cada tarea…
- ¿Cómo te enfrentas al fracaso?
“Me doy un tiempo para intentar evaluar de dónde ha venido ese fracaso y entender cómo evitarlo en el futuro. Y me dedico a trabajar más duro, si cabe. Jamás me detengo en un fracaso más tiempo del estrictamente necesario para aprender de él. Prefiero invertir mis energías en seguir cosechando éxitos”.
- ¿Cómo te enfrentas al éxito?
Curiosamente la respuesta perfecta es realmente parecida a la anterior: “Me doy una palmada rápida en el hombro y continúo trabajando duro en el proyecto. Por supuesto analizo qué me ha llevado a conseguir ese éxito y cómo puedo repetirlo, pero prefiero pasar rápido a seguir trabajando para cosechar nuevos triunfos”.
- ¿Cuál es tu salario deseado?
Sugerir una cantidad demasiado baja puede hacer que te sientas realmente desmotivado en el puesto. Una cantidad demasiado alta, en cambio, puede cortar de raíz tus probabilidades de ser el elegido.
A no ser que tengas muy claro tu salario deseado, y que éste sea innegociable, la opción segura es devolverle la pregunta al entrevistador. Puedes preguntar cuál es el rango salarial que están barajando para el puesto. Y, una vez obtengas esa información, explicar que debido a tu formación y experiencia consideras que deberías estar en la parte superior de esa horquilla.
Preguntas sobre tus objetivos profesionales
- ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?
O, lo que es lo mismo, ¿qué sabes de nuestra empresa? Una pregunta que le servirá al reclutador para descartar a aquel candidato que se haya limitado a realizar una investigación superficial de la empresa. No dudes en ir más allá de la página “sobre nosotros” de su web, una indagación a conciencia puede otorgarte una ventaja significativa.
Recuerda también que jamás deberás centrar tus respuestas en lo que la empresa puede hacer por ti sino en lo que tú puedes hacer por la empresa.
- ¿Qué es lo que te motiva?
Los candidatos que se sienten motivados únicamente por un salario o un reconocimiento raramente serán los empleados más entusiastas o productivos de un equipo.
Los reclutadores lo saben y lo que están esperando escuchar es una respuesta que esté intrínsecamente alineada con las peculiaridades del puesto. Decir lo que más que te motiva de un empleo es la creatividad cuando estás solicitando un puesto de gestión de datos puede comportar un descarte inmediato.
- ¿Por qué estuviste tanto tiempo en el mismo puesto o empresa?
A pesar de que el entrevistador valorará muy positivamente tu estabilidad y apuesta por una empresa en concreto, no debes dar la impresión de haberte quedado estancado. Si es tu caso, comenta que tuviste la oportunidad de asumir nuevos proyectos y responsabilidades y que el puesto evolucionó –principalmente gracias a ti- durante todos esos años.
- ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
No será ésta la oportunidad de citar todos los aspectos negativos de tu puesto actual. Recuerda que lo que desean no es saber más sobre ti sino sobre qué puedes hacer por ellos.
Enumera dos o tres razones para abandonar tu puesto actual centrándote en aspectos como la limitación para crecer o la falta de retos. Y acto seguido reafírmate en que el nuevo puesto podría satisfacer ambas necesidades.
- ¿Cómo encaja este puesto en tu carrera?
En otras palabras, el entrevistador desea saber si la inversión que van a hacer en tu formación les saldrá rentable a largo plazo. No existe nada más costoso para una empresa que un empleado que abandona su puesto tras unos meses. Reivindica tu compromiso con el puesto siempre que tengas oportunidad.
- ¿Por qué has cambiado de empleo con tanta frecuencia?
No existe hoy en día el estigma que hace unos años sufrían los profesionales que saltaban de un puesto a otro. Sin embargo, sigue resultando esencial explicar cada movimiento de una manera con la que en el entrevistador pueda simpatizar. Contratos de corta duración, traslados, progresos en la carrera y cambios estructurales de la compañía son algunas de las explicaciones más excusables.
- ¿Cuál es el trabajo de tus sueños?
“¡Éste, sin duda!”, puedes sentirte tentado a contestar. Pero existirían muchas posibilidades de que no te creyeran. De igual modo sería perjudicial que citaras una profesión que no tuviera absolutamente nada que ver con el puesto que estás solicitando.
Es recomendable que ofrezcas una descripción de tus aspiraciones personales (“un puesto que me presente retos estimulantes y en el que pueda lograr un impacto positivo con mis habilidades”, etc.) en lugar de un título profesional concreto.
- ¿Tienes experiencia liderando departamentos? ¿Cómo motivarías a tu equipo?
Si te encuentras en un proceso de selección para un puesto que implique cierto liderazgo, es muy posible que se formule esta pregunta. Una posible respuesta: “Reconocería y potenciaría al máximo las habilidades individuales de cada miembro de mi equipo. Mantendría siempre una línea de comunicación abierta. Y compartiría tanto los éxitos como los fracasos”.
- ¿Estás en otros procesos de selección?
Quizás no se trate de una de las preguntas más comunes, pero sí es una oportunidad inmejorable de demostrar que eres un profesional demandado. Los entrevistadores no dejan de ser susceptibles a la validación social, por lo que si intuyen que estás considerando otras empresas irremediablemente te adjudicarán un valor añadido.
- ¿Qué habilidades especiales aportas al puesto que los demás candidatos no poseen?
¿Has cruzado los datos de la descripción de la vacante con tu currículum hasta encontrar tu auténtica ventaja competitiva tal y como sugeríamos al principio? Esta es la ocasión de explicarla sin escatimar en detalles.
- ¿Qué te gustaría lograr que no pudiste lograr en tu último puesto?
De igual modo que en la pregunta sobre tus motivos para desear cambiar de trabajo, deberás mostrarte respetuoso con tu empleo actual. Resume brevemente alguna carencia de tu puesto sin caer en la negatividad y dirige rápidamente la atención hacia lo ilusionante del nuevo proyecto ante el que te presentas.
- ¿Estarías dispuesto a trabajar horas extra?
El simple hecho de que aparezca esta pregunta significa indudablemente que es un requisito indispensable para el puesto. Has de ser sincero contigo mismo y decidir si estás dispuesto a dedicar más tiempo de lo estipulado o si, por el contrario, te niegas categóricamente.
- ¿Estarías dispuesto a viajar con frecuencia o a cambiar de domicilio?
De nuevo, responde con la mayor sinceridad. Mentir en un apartado tan relevante lo único que comportará será que ambas partes estéis descontentas cuando la situación surja.
- ¿Cuándo podrías incorporarte a la empresa?
En el caso de que trabajes deberás sin duda indicar que necesitas los 15 días de rigor. Puedes añadir también que necesitas ese plazo para dejar varios proyectos cerrados y hacer la transición lo más fluida posible para tu actual empresa. Estarás dando una imagen de profesionalidad y consideración que será muy bien recibida.
Preguntas sobre personalidad
Si bien es cierto que en una entrevista laboral no existe una respuesta válida única, con las preguntas sobre personalidad el entrevistador estará esperando obtener unas contestaciones determinadas. Éstas son algunas de ellas.
- ¿Asumes riesgos o eres una persona cauta?
“Asumo riesgos pero siempre procedo con cautela, así que imagino que debo estar en algún lugar intermedio. Me gusta sopesar cuáles son mis probabilidades de éxito antes de asumir un riesgo. También tiendo a analizar qué puedo ganar y qué puedo perder. Puedo decir que soy un profesional audaz pero a la vez precavido.”
- ¿Cómo manejas la presión?
“Respiro hondo y averiguo qué hay que hacer. Y simplemente lo hago. He descubierto que mis mejores proyectos se han ideado bajo presión”
- ¿Qué es lo que más te molesta de tus compañeros de trabajo?
“El exceso de negatividad siempre me ha preocupado. Creo que la energía que empleas en quejarte se puede invertir en algo mucho más provechoso para todos como arreglar aquello que no funciona.”
- ¿Cómo reaccionas al cambio?
“El cambio me parece esencial para progresar. Estamos en una industria que cambia a un ritmo trepidante, no podemos quedarnos atrás. Por ejemplo, cuando trabajaba para Empresa S.A. me di cuenta de que el software que utilizaban para confeccionar la newsletter estaba anticuado y era bastante rígido. Hablé con la directora del departamento y conseguí que aceptara mover todo el proceso a un gestor online, que es más barato, más dinámico y ofrece unas métricas mucho más detalladas. Fue un cambio muy positivo.”
- ¿Cómo tomas decisiones?
“Me tomo un tiempo para evaluar la situación antes de decidir qué debo hacer. También intento aprender de los demás. Si sé de alguien que tiene experiencia con una situación similar, no dudaré en pedir consejo.”
- ¿Qué le debes a tu jefe y qué te debe tu jefe a ti?
“Le debo a mi jefe trabajo duro, respeto y superación, ante todo. Y mi jefe me debe a mí respeto, reconocer mi duro trabajo y potenciar mis habilidades.”
- ¿Has estado en una situación en la que la mayoría estaba en desacuerdo contigo?
“En una ocasión sucedió algo parecido. Lo que hice fue en primer lugar escuchar los motivos por los que la mayoría de mis compañeros se sentían así. Después evalué si era necesario reconsiderar mi posición. Como aún después de escuchar sus argumentos seguía pensando que la opción que proponía era la mejor para la empresa, intenté persuadirles. Al final muchos de ellos lograron ver las cosas como yo lo hacía y decidimos una solución intermedia”.
- ¿Consideras que has tenido éxito en tu carrera?
“Considero que he tenido éxito en mi carrera porque siempre he trabajado muy duro y siempre he sido muy receptivo a cualquier reto que se me presentara. Soy muy entusiasta y eso me ha permitido trabajar en proyectos realmente interesantes. Para mí el éxito es eso.”
- ¿Qué te motiva para ir más allá del deber?
“No considero que exista una línea que separe lo que va más allá de mi deber. Cuando trabajo en un proyecto doy siempre lo mejor de mí, siempre.”
- ¿Qué harías si estuvieras en desacuerdo con tu jefe?
“Si creo que mis ideas pueden impactar de manera positiva al departamento compartiría mis impresiones con él o ella, siempre desde el respeto. En el pasado mis sugerencias han sido muy bien recibidas y se han implementado con éxito”.
- ¿Y si tu jefe te pide hacer algo que no corresponde a tu puesto?
“Dependería de qué me pidiera hacer. No espero que me mande a hacer algo que no sea ético. Pero si lo que se me pide tiene el objetivo de hacer crecer un proyecto, no tendría ningún problema. Como Marketing Specialist en mi anterior empleo en una editorial acabé diseñando las portadas de los libros. Así que no me supone un gran problema superar los límites de mi título.”
- ¿Cómo te llevabas con tu último jefe?
“Teníamos –y tenemos- una relación realmente buena. Había respeto mutuo y muchas ganas de sacar proyectos adelante. Él trabajaba desde Londres, además, por lo que confiaba en mí para liderar el departamento in situ.”
- ¿Has tenido alguna vez un jefe que no te gustase?
“He trabajado con jefes que me han gustado más que otros, pero siempre he intentado mantener una actitud profesional y llevarme bien con todos mis compañeros”.
- Describe al compañero ideal.
“El compañero de trabajo ideal es aquel que respeta a los que le rodean y trabaja codo con codo junto a ellos. El que sabe ofrecer una crítica constructiva y aceptarla también. Que colabora por el bien común y no trata de competir con sus compañeros de trabajo.”
- Describe al jefe ideal.
“Considero que el jefe ideal es aquel que conoce las habilidades específicas de cada uno y las potencia al máximo. El que reta siempre a hacer un trabajo mejor y no duda en reconocer los logros de los demás. He tenido la suerte de trabajar para varias personas así y ha sido muy gratificante.”
- ¿Cómo manejas las críticas hacia tu trabajo?
“No solo no las temo sino que las busco. Creo que el criticismo puede ser una herramienta muy valiosa. Te fuerza a evaluar tu trabajo y averiguar dónde puedes mejorar.”
- ¿Te consideras una persona con iniciativa?
“Sin duda. No puedo evitar detectar procesos ineficientes en todos los proyectos en los que colaboro. Siempre sugiero mejoras y puedo decir que han sido un éxito. Por ejemplo, en el restaurante en el que actualmente trabajo detecté que todos los días tirábamos muchos alimentos a la basura porque el inventario era manual y muy poco ágil. Implementé un sistema online de inventario y redujimos los desechos en un 40%”.
Preguntas en las que deberás aportar ejemplos
- Dame un ejemplo de una gran decisión que tuviste que tomar.
El entrevistador querrá asegurarse de que tu proceso de toma de decisiones es compatible con la manera de trabajar de su empresa. Ofrece siempre un ejemplo adaptado a las peculiaridades del puesto. Si el puesto consiste en liderar un equipo explica una historia sobre cómo lograste motivar y aumentar la productividad de tu equipo. Si, por el contrario, se trata de un empleo de manejo de datos menciona una situación en la que emplaste la lógica y la compartimentación de funciones.
- Explica un fracaso que hayas vivido en tu trabajo.
Con esta simple pregunta son varios temas complejos los que estarán abordando:
- ¿Eres capaz de tomar riesgos?
- ¿Te paraliza el fracaso?
- ¿Has logrado aprender de tus fracasos?
No temas en detallar aquel proyecto por el que apostaste y que sin embargo no funcionó. El fracaso es humano y tu capacidad para darle la vuelta, aprender de él y utilizarlo para superarte puede arrojar una luz muy favorable sobre tu candidatura.
- Cuéntame una vez en la que un cliente haya estado muy descontento y qué hiciste para solucionarlo
El entrevistador no será ajeno a la existencia de aquellos clientes particularmente difíciles. Lo recomendable en este caso será dejar de culpar al cliente y poner el énfasis en tu habilidad para manejar un conflicto de manera profesional.
- Explícame un gran cambio con el que hayas tenido que lidiar.
Un empleado que abraza el cambio es uno de los activos más importantes para el progreso de una compañía. Demuestra que no solo no lo ves como un obstáculo sino que, además, lo percibes como algo tan inevitable como necesario.
- ¿Puedes darme un ejemplo de una vez en la que fuiste persuasivo?
Ésta es una pregunta sobre liderazgo. Y, tal y como hacen los mejores líderes, deberás demostrar que diriges con poder y no simplemente con autoridad.
- Describe aquella vez en la que superaste un obstáculo de manera creativa.
La palabra clave es sin duda “creativa”. Lo que querrá saber el entrevistador es si eres capaz de pensar con originalidad. Ofrece un ejemplo de cómo fuiste capaz de ofrecer una solución totalmente inesperada (e igualmente exitosa).
- Dame un ejemplo de una vez en la que convenciste a los demás para apoyar una de tus ideas menos populares.
Nadie tiene un particular interés por contratar a un líder solitario. Tal y como explicábamos antes, tu liderazgo deberá estar reafirmado siempre en tu capacidad para conseguir el apoyo de tus compañeros. Demuestra que el consenso y la persuasión forman parte de tu día a día profesional.
- ¿Alguna vez has estado en desacuerdo con tu jefe? Dame un ejemplo.
Argumentar que nunca has tenido un desencuentro con un superior es tan negativo para tus aspiraciones como explicar que lo solucionaste dando un portazo. Sé honesto, pero sobre todo céntrate en tu habilidad de debatir de una manera madura y productiva por el bien de la empresa.
- ¿Puedes darme ejemplos de alguna iniciativa que tomaste para reducir costes?
Nada ilustra mejor un ejemplo que una cifra. Prepárate bien los números antes de presentarte a una entrevista y menciónalos siempre que puedas.
- Describe aquella vez en la que ayudaste a un miembro de tu equipo que tenía problemas.
No te quedes simplemente en la anécdota de cuando fuiste empático y un auténtico compañero. Ve más allá y detalla al máximo cómo ese gesto ayudó a la empresa en un plano más generalizado.
- Dame un ejemplo de una vez en la que tuviste que improvisar.
“Espera lo inesperado”, parece estar diciéndote el entrevistador. A pesar de que esta pregunta puede parecer que apela a la espontaneidad, no es en absoluto un ejercicio de improvisación. Prepárate bien la historia de cómo conseguiste enfrentarte al caos, manejar lo impensable y superar el miedo al fracaso.
Preguntas trampa
- ¿Crees que estás sobrecalificado para el puesto?
La pregunta trampa por excelencia, no es de extrañar que coja a muchos candidatos desprevenidos. Una respuesta correcta sería: “Tanto mi formación como mi experiencia garantizan que voy a ser capaz de hacer el trabajo con éxito, en mi opinión es algo muy positivo. Estoy interesado en apostar a largo plazo por el puesto y sin duda quiero contribuir a que la empresa crezca. Es algo para lo que mi trayectoria me ha preparado.”
- ¿Qué cambiarías si dirigieras la compañía?
Sin duda con el mayor de los respetos, pero no dudes en aportar algunas ideas de mejora de una manera constructiva. A los entrevistadores les gustan los candidatos que muestran iniciativa y que, además, han hecho los deberes a la hora de investigar a la empresa.
- Utilizamos el programa X. ¿Estás familiarizado con él?
“Utilizo un programa muy similar. Tengo también amigos en la profesión que lo dominan y estoy seguro de que podrán enseñarme su funcionamiento antes de incorporarme al puesto. Tengo mucha facilidad para aprender software nuevo y estoy en varias plataformas online de aprendizaje, así que no sería un problema.”
- ¿Alguna vez has sido despedido?
Steve Jobs, Walt Disney, Elvis Presley y Oprah son solo algunas de las personalidades más exitosas que en algún momento de su vida han sido despedidas. O, lo que es lo mismo, les pasa hasta a los mejores. Habla con honestidad sobre la experiencia y sobre todo céntrate en cómo te ha ayudado a ser un mejor profesional.
- ¿Puedes proveer referencias?
Hay motivos para el optimismo cuando esta pregunta aparece en escena. No dudes en aportar referencias de aquellos antiguos supervisores que puedan validar tus puntos fuertes y excelentes contribuciones profesionales. Si el entrevistador pide contactar con tu empresa actual, no obstante, es tu derecho demandar que procedan con discreción.
Preguntas prohibidas
Desafortunadamente todavía existen algunas entrevistas laborales en las que se cruza la línea de lo moralmente aceptable. A continuación las encontrarás clasificadas según su grado de adecuación.
Se trata de una recopilación de preguntas que deberían hacer sonar todas tus señales de alarma e invitarte a considerar si en realidad quieres trabajar para esa empresa.
- Preguntas cuestionables
- ¿Dónde naciste?
- ¿Cuál es tu estado civil?
- ¿Tienes hijos?
- ¿Tienes una casa en propiedad?
- ¿Perteneces a algún club o sociedad?
- ¿Alguna vez has tenido que coger una baja laboral?
- Preguntas inapropiadas
- ¿Qué harías si un superior quisiera pasar tiempo contigo fuera de la oficina?
- ¿Tendrías una relación sentimental con un compañero de trabajo?
- ¿Se ponen enfermos tus hijos con frecuencia?
- ¿Alguna vez te has declarado en bancarrota?
- ¿Cuánto pesas?
- Preguntas ilegales
- ¿Perteneces a algún sindicato?
- ¿Te gustaría formar una familia algún día?
- ¿Cuál es tu orientación sexual?
- ¿Qué nacionalidad tienes?
- ¿Eres de raza…?
- ¿Qué edad tienes?
- ¿Qué año te licenciaste?
- ¿Profesas alguna religión?
- ¿Qué afiliación política tienes?
- ¿Cuál es tu estado de salud?
- ¿Tienes alguna discapacidad?
Preguntas para el entrevistador
No debes olvidar que una entrevista de trabajo es un proceso bidireccional. Las siguientes preguntas te ayudarán a decidir si es la oportunidad que estabas esperando.
- ¿Cuál es el mayor reto al que deberé enfrentarme en este puesto?
- ¿Cómo sería un día cualquiera desarrollando este puesto?
- (En el caso de ser un puesto de nueva creación) ¿Por qué se ha creado este puesto? (Si alguien ha abandonado el empleo) ¿Por qué motivo abandonó la persona el cargo?
- ¿Cuáles son los principales retos de este puesto?
- ¿Cómo es el ambiente en el departamento?
- ¿Quién sería mi supervisor directo?
- ¿Qué resultados esperáis que obtenga en los primeros 6 meses?
- ¿Existen posibilidades de crecer profesionalmente en la empresa?
- ¿Qué tipo de formación recibiría?
- ¿Cuál es el nivel de responsabilidad en el puesto?
- ¿Qué planes tiene la empresa para los próximos 5 años? ¿Cómo encaja el departamento en ellos?
- ¿Se suelen trabajar horas extra o queda como algo puntual?
- ¿Qué es lo mejor de trabajar para esta empresa?
Como ya habrás podido deducir de nuestra serie sobre las entrevistas de trabajo, no existe un único camino hacia el éxito. Puede que incluso el entrevistador te sorprenda con un compendio de preguntas raras. Y que tu respuesta a esas preguntas sea lo que te consiga el puesto.
Tu auténtico cometido será vencer a los nervios, trabajar duro en el proceso, conocerte bien como profesional y presentarte con el mayor de los entusiasmos. Mucha suerte.
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